Marqués de Tamarón || Santiago de Mora Figueroa Marqués de Tamarón: Don José Ortega y Gasset y el sufragio universal

jueves, 13 de octubre de 2016

Don José Ortega y Gasset y el sufragio universal

Citas proscritas. I


Sorolla, 1918, Hispanic Society, Nueva York

     "Con extraña facilidad todo el mundo se ha puesto de acuerdo para combatir y denostar al viejo liberalismo. La cosa es sospechosa. Porque las gentes no suelen ponerse de acuerdo si no es en cosas un poco bellacas o un poco tontas".

José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas (1930)


     "Se pretende, por lo visto, elevar a síntoma de la verdad la coincidencia entre los hombres, como si esta coincidencia no pudiese igualmente producirse en torno al error. Espumando la experiencia que la vida deposita en nosotros, más probable hallaremos que los hombres se pongan de acuerdo en un error que en una verdad."

José Ortega y Gasset, Prólogo a «Historia de la Filosofía» (1921)


     "A la esencia de la verdad son indiferentes las vicisitudes del sufragio universal".

José Ortega y Gasset, Introducción a una estimativa (1923)


(Las dos primeras de estas citas me las facilitó José Luis González Quirós, al que acudí tras años buscando el dato exacto bibliográfico. Así es que con mi agradecimiento al docto y nada pedante amigo, aprovecho para pedirle que publique su "pequeña digitalización de Ortega, hecha a mano". Será pequeña, pero no conozco otra.)

4 comentarios:

  1. A mi parecer esta es una Frase-Tesoro: " A la esencia de la verdad son indiferentes las vicisitudes del sufragio universal". No sé D. Santiago si podríamos crear un Archivo con esta clasificación de Frases-Tesoros e incluir en él todas las que encontremos a nuestro paso.

    Original cuadro desde luego. Sus elecciones siempre son originales Estimado Señor de Tamarón.


    Saludos Cordiales. Teresa Saturnina Cabarrush.

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  2. Me pregunto si D. José Ortega y Gasset observó la palabra Fraternidad.

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    1. Lo mejor para averiguarlo es leer a Ortega.

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  3. De Friedrich Nietzsche decía María Zambrano que «...sus palabras han corrido la suerte tristísima de ser cogidas, diríamos por los pelos, y atendiéndose a la más muerta letra por los peores, por aquellos que reúnen las condiciones que más le repugnan (...) los que pretenden llegar a ser el superhombre, simplemente porque no llegan a ser hombres...»1. Por analogía, esta reflexión me parece ajustada para describir en parte el sino que en la actualidad padece el liberalismo, a la espera, que ya es mucho esperar, de una voz capacitada para su rehabilitación por su claridad, formación, modales y contundencia.

    Quizá al liberalismo le ocurra lo que al imperio romano; o, sin ir más lejos, lo que a España hoy mismo: que amenaza ruina por la fuerza de los embates tanto como porque la carcomen desde dentro no pocos de quienes se esperaba que fueran sus abanderados. La inercia del movimiento (que ya es movilización) que señala al liberalismo como fuente del Mal y al liberal como candidato a la checa será prologada y todavía no ha alcanzado su punto de reflujo, y comoquiera que la fuerza que lo propulsa no es la razón (en sus aplicaciones particulares a la economía o a la convivencia) sino que es la propaganda, cabe esperar todavía mayores pérdidas en el ya menguado campo de la liberalidad.

    Como el término es eufónico y de variada aplicación, cabe decir que por ahora uno se conforma con leer las producciones liberales de cierta poesía borgoñesa del siglo XV, que además de ilustrada no era poco picante.

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    1.- La confesión: género literario. Mondadori 1988, p.73.

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